Angélica García Muñoz / Diario Sin Secretos
Ciudad de México.-» La beata Conchita es una Madre a toda Madre*, dijo el Arzobispo de San Antonio Texas Gustavo García Siller, en la homilía que dio en la Misa concelebrada en el Seminario del Altillo, lugar donde se encuentran los restos de la Beata Concepción Cabrera de Armida.
En su emotivo mensaje expresó lleno de júbilo: ¡Si se pudo!, al referirse a la beatificación de está mística, esposa, madre y apóstol, y continuó diciendo: “El señor la dijo a Conchita de diferentes maneras, te regalo una espiritualidad sacerdotal para el mundo que le dará sentido a tu vida, y la vida de muchos que abracen mi Cruz, un Jesús sacerdote y víctima, vivo en ti, ahora con su beatificación, la santidad tiene cara, Conchita, mujer, laica, mexicana, potosina”.
“Conchita –agregó- representa mucho, dice mucho, y significa mucho, la imagen de Dios en ella se vuelve relevante y transparente, alguien que se traslució en vida y esperanza, realidad obra de Dios en el mundo, lo que para muchos se convierte en absurdo para ella creyente se vuelve punto de partida y transformación de muerte en vida, su vida nos habla de un orden nuevo, una nueva creatura, Conchita es decisión creativa y transformadora, que para el mundo tiene significado y sentido, su persona se vuelve realidad y encuentro, el anuncio del resucitado lleva a enfrentar el choque entre la visión de lo que la vida humana ha de ser y el poder de todas las divisiones contrarias que dominan el ambiente social y cultural en que la vida diaria se desarrolla, la realidad y el donde la espiritualidad de la Cruz invita a Conchita a colaborar en el pastoreo del pueblo de Dios, en lo cotidiano, tu misión es salvar almas”.
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