Después de pasar siete años en la embajada de Ecuador en Londres y otros tres años en la prisión de Belmarsh, Assange ha sido liberado. Desde su detención en 2010 por cargos de espionaje, su caso se ha convertido en un símbolo del conflicto entre el periodismo, la libertad de expresión y la seguridad nacional.
Assange es famoso por publicar miles de documentos clasificados a través de WikiLeaks en 2010, exponiendo operaciones militares y diplomáticas de EE.UU., lo que lo llevó a ser perseguido legalmente. Su estancia en la embajada ecuatoriana comenzó en 2012 para evitar la extradición a Suecia y Estados Unidos, y fue arrestado en 2019 tras la retirada del asilo por parte de Ecuador. Su liberación hoy no aclara si enfrentará más juicios o si buscará refugio en otro país.
Aunque algunos lo ven como un héroe por destapar secretos de gobiernos, otros lo consideran una amenaza a la seguridad mundial. Su futuro sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que su impacto en el periodismo y la política internacional permanecerá por mucho tiempo.
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