Diariosinsecretos.com/Angie Bravo
Le comparto una realidad. El Hospital Universitario está incapacitado para atender casos por COVID-19.
Déjeme le cuento porque. De acuerdo a estudio técnico-médico, realizado por especialistas de la Secretaría de Salud el Hospital Universitario (HU) tiene graves deficiencias para atender pacientes de ésta Pandemia.
Desde hace 3 semanas al gobierno estatal le llamó la atención la evolución de circunstancias que estaba presentando el hospital – 11 decesos de pacientes atendidos por COVID-19-.
Por lo que pidieron al Rector Alfonso Esparza, acudir al Hospital Universitario y que especialistas del área de la salud verificarán el estado de cómo se encontraba y como se podría apoyar.
El diagnóstico técnico -médico, efectuado llevó a entender la necesidad urgente de brindarle apoyo al otrora gran ente de la salud.
Se buscó un acercamiento con el rector para dar a conocer la situación crítica del HU y su incapacidad para atender casos de COVID-19, mismo que fue aceptado por Esparza.
La cosa se puso buena, porque aquí no acaba esto.
En reunión el rector Esparza además de reconocer que el HU no puede con el tirito del Coronavirus, aceptó el rescate que le propuso el Gobierno de Puebla mediante convenio.
Pues resulta que llegó el momento de acordar la firma del convenio y que creen que paso? Pues que el rector le dio largas, y ¡haciéndose pato! se puso a jugar ping pong con la propuesta, turnándola a la abogada general, después al Consejo Universitario, de ahí a cada uno de sus dos sindicatos. Ésto aquí y en china se llama: prácticas dilatorias. Como si no tuviera el control para aprobar lo importante, máxime que esto es una emergencia.
Por la mañana, de ayer, el gobernador, dijo en su conferencia «mañanera»: “No hay ruta de firmar convenio, nosotros lo intentamos y no lo aceptó la universidad; la propuesta era que el Sistema Estatal de Salud, atendiera a todos los enfermos con Coronavirus que llegaran al Universitario, y ellos atendieran a otro bloque de pacientes con otras enfermedades que llegaran al Sector Salud, pero lo rechazaron; es lo que puedo decir».
Por la tarde, la Buap dijo en comunicado, que estaba dispuesta a realizar convenio pero con ciertas condiciones, obvioooo sin aceptar que estructuralmente no se encuentra en condiciones para atender pacientes por COVID-19, a pesar de los 8 muertos que ya carga el Hospital Universitario por no poder conectar los escasos respiradores que tiene debido a una falla estructural.
Pues usted creía que ahí termina la cosa pues no, como diría mi abuelita:
«Cuando pulula la pus es que hay infección».
El convenio era simple y sensato, pero el rector lo hizo a un lado por sus intenciones políticas, sus juegos maquiavélicos. Lo que le deberían decir sus allegados es que jugar con las vidas humanas de la comunidad universitaria no se vale.
¡Rector inconsciente! Se pone a orquestar al estilo «Salinas Pliego» que puso a su empleado Javier a la Torre a decir tarugadas para darle la vuelta a las cosas y así tratar de sacar raja económica y política. Así se muestra el rector con su actuar. Quiere burlarse del gobernador, de los poblanos y la comunidad universitaria, y otra vez se lo repito para que quede claro, pese a que la misma Secretaría de Salud ha declarado la incompetencia del Hospital Universitario BUAP para atender pacientes de Coronavirus .
¡Vergüenza le debería dar!
¡Y para el colmo de males la última!
Cuando no encontró otra salida éste pésimo rector, dijo que el intercambio de pacientes lo haría con el IMSS con el que ya tiene convenio. Al día de hoy, ése trato tampoco lo aterrizó.
Ante tal circunstancia la Secretaria de Gobernación comunicó que el gobierno que encabeza Miguel Barbosa decidió no aceptar ningún convenio con la BUAP al considerar que se le está condicionando políticamente. Yo agregaría y por falta de seriedad.
¿Usted que piensa? ¿Cree que la comunidad universitaria se merece estar en manos de semejante irresponsable y egoísta? o al menos dígame que opina de este cuento de vaqueros que para mala fortuna de muchos resultó ser verdad para evadir su propia responsabilidad institucional.
El convenio era un instrumento sin complicaciones para asegurar la atención a derechohabientes, pero Esparza, salio al último que el convenio lo deberían firmar los sindicatos y el Consejo Universitario, pero él no, para lavarse las manos como Poncio Pilatos, , y traspasar la responsabilidad al gobierno ante la contingencia sanitaria por el Cobid-19, según se refleja en la respuesta oficial y mediática que dio a las autoridades estatales.