DiarioSinSecretos.com/ By Hector Sosa
«En serio, a cada cliente de Amazon y a cada empleado de Amazon, muchas gracias desde el fondo de mi corazón. Es algo que aprecio mucho». Este comentario de inmediato fue criticado en línea, porque Amazon se ha dado a conocer por las malas condiciones de trabajo que brinda a sus empleados, muchos de los cuales realizan labores extenuantes en sus almacenes por una paga un poco mayor a la ofrecida por Walmart o entregan paquetes bajo indicaciones de incluso manejar imprudentemente con el fin de cumplir con las cuotas de entrega.
Bezos tiene razón en que le debe todo a los trabajadores a los que presiona hasta el límite. Existe una línea directa entre el imperio logístico en expansión de Amazon, sus condiciones de trabajo inhumanas y la riqueza que fluyó a las arcas de Bezos para luego arder en el lanzamiento suborbital de Blue Origin.
Bezos pudo ir al espacio porque Amazon presiona a sus trabajadores tanto que sufren abortos, se desmayan en medio de las olas de calor, trabajan turnos de diez horas y media llamados «megaciclos», orinan en botellas, defecan en bolsas y mucho más.
Todo lo anterior es solo el inicio de una alarga lista de indignidades y daños que Amazon y Bezos han infligido a sus trabajadores a lo largo de los años, todo para acumular suficiente capital para hacerlo arder en un vuelo suborbital que duró aproximadamente doce minutos. Por supuesto que le agradece a los trabajadores: por permitirle dañar tantas vidas para perseguir y alcanzar un sueño caprichoso que ha tenido desde la infancia, sin ningún costo real para él.