DESDE LA FE
POR JORGE REYES ONTIVEROS
12 JUNIO, 2020
Preocupado por la salud de los sacerdotes que visitan y acompañan espiritualmente a los enfermos de COVID-19, el padre Gustavo Eugenio Elizondo Alanís, fundador de “La Compañía de María, Madre de los Sacerdotes” junto a un numeroso grupo de laicos, recauda fondos para donar equipo de biomédico de seguridad a los presbíteros.
Aunque la labor de La Compañía de María comenzó apenas hace poco más de un mes, la demanda es mucha, pues reciben solicitudes de diversas diócesis del país.
Aumenta la demanda de equipo y de sacerdotes
En entrevista a Desde la fe, el padre Elizondo explicó que hasta el momento han entregado equipos de protección a algunos sacerdotes de la Arquidiócesis Primada de México, de la Arquidiócesis de Guadalajara y de la Arquidiócesis de Toluca.
“Estamos en la etapa de recaudación de fondos, buscando a los mejores proveedores para asegurar la buena calidad de los equipos y un precio conveniente. No obstante, ya tenemos muchas peticiones, pues hay solicitudes de 26 diócesis, que representan a casi 275 sacerdotes COVID-19”, detalló.
Añadió que la demanda de atención sacerdotal es muy grande y muchos presbíteros están dispuestos responder al llamado de Dios para atender espiritualmente a los enfermos de COVID-19.
¿Cómo inició su misión?
A principios del mes de mayo, un matrimonio se acercó al padre Gustavo para externarle su inquietud respecto a la falta de medidas de seguridad con que algunos sacerdotes ofrecían apoyo espiritual y sacramental a enfermos de COVID-19 y a sus familias.
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Por ello, le propusieron realizar una recaudación de fondos para adquirir equipos especiales y donarlos a los sacerdotes, para minimizar cualquier tipo de contagio para quienes atendían a enfermos de COVID-19.
Luego de analizar el planteamiento, el presbítero consideró que la recaudación de los fondos podría llevarse a través de la Fundación “La Morada de la Misericordia, A.C.” para que, por medio de ella, se pudieran conseguir equipos de bioprotección a mayor escala y enviarlos a los sacerdotes que los necesitan para cumplir con su misión pastoral.
Una vez tomada esta decisión, se presentó ante la Pastoral de la Salud de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para obtener la información necesaria sobre las orientaciones y sugerencias pastorales para llevar a cabo el ejercicio del ministerio sacerdotal en la crisis sanitaria nacional, así como las pautas de lo que se puede hacer y lo que se debe evitar, para disminuir los contagios de la COVID-19.
Asimismo, solicitó los contactos de las diversas diócesis del país para ofrecer y hacer llegar los equipos de manera segura a los sacerdotes designados por los Obispos para la realización de esa tarea.
¿Cómo obtener un equipo de bioprotección?
El padre Elizondo detalló que, para otorgar estos equipos, en primer lugar cada diócesis deberá designar a los padres que cumplen con las condiciones adecuadas para ese encargo, señaladas en el Protocolo de Atención Espiritual a los Fieles durante la Contingencia Sanitaria por el COVID-19, publicado por la CEM el pasado 4 de mayo: ser menores de 55 años y no padecer enfermedades crónico-degenerativas como hipertensión, diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, entre otras.
“Una vez cumplidas estas condiciones, nos hacen llegar la solicitud de equipos especiales por parte del responsable de la Pastoral de la Salud Diocesana, a través de la Dimensión de Pastoral de la Salud Nacional”, explicó.
Acompañados por la Virgen de Guadalupe
Cada paquete del equipo de bioseguridad que entrega la Compañía de María lleva una imagen de la Virgen de Guadalupe, con las palabras que le dijera a San Juan Diego: “No se turbe tu corazón, no temas esa ni ninguna otra enfermedad o angustia, ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.
Asimismo, se incluye un mensaje de aliento a los presbíteros: ‘Padre: ¡lo acompañamos con nuestra oración!’”, para que sientan presencia viva de la Madre de Dios que los protege en cuerpo y alma, mientras dan un servicio espiritual a los afectados por esta pandemia.
El padre Elizondo aseguró que el equipo entregado se ha comprado gracias a los donativos de personas generosas, solidarias y caritativas, y a los voluntarios de la Fundación, que con cariño y esfuerzo dedican su tiempo para sacar adelante esta labor.
“Hay mucha demanda de estos equipos, pero con el favor de Dios y la caridad de las personas vamos a resolver las peticiones que nos lleguen”, reconoció.
Finalmente, hizo un llamado a quienes lo deseen a hacer sus donaciones económicas, para tener recursos para comprar equipos nuevos y adecuados para los sacerdotes, directamente a la Fundación “La Morada de la Misericordia, A.C.”, a la cuenta BBVA BANCOMER, 0113972569, CLABE 012180001139725697; o también vía PAYPAL.ME, MORADADEMISERICORDIA; y a MONEYPOOL, www.moneypool.mx/pools/nby0o.