Sin Límites
Por Raúl Torres Salmerón
*Curiosa institución surgida en el ocaso del Juarismo, creada por Romero Vargas
El estado de Puebla tuvo una Cámara de Senadores de 1871 a 1876, caso único en el país en ese tiempo. Su contrapeso era una Cámara de Diputados. Formaban parte de lo que se le denominó Asamblea General. El experimento legislativo tuvo corta duración.
En un artículo denominado “El Senado Poblano. Una Curiosa Institución Surgida en el Ocaso del Juarismo”, publicado en diversas revistas jurídicas, el investigador Juan Pablo Salazar Andreu, resume la historia.
Los sucesos políticos de 1867 causaron inconformidad en algunos estados de la República como Sinaloa, Yucatán y Puebla. En dichas entidades hubo rebeliones que fueron sofocadas. La insurrección en Puebla fue motivada por el ascenso de Benito Juárez a la Presidencia en 1867.
En Puebla, el 29 de abril de 1867, el general Porfirio Díaz, quien era jefe del Ejército de Oriente, nombró al general Juan N. Méndez gobernador interino y Comandante Militar del Estado de Puebla, quien se opuso a los términos de la convocatoria a elecciones generales que Juárez quería en agosto de 1867.
La convocatoria y las reformas propuestas, entre otras la relativa a la reinstauración del Senado federal, tenía como finalidad restablecer el equilibrio entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, ya que el sistema congresional de la Constitución de 1857 se había fracturado, favoreciendo al Legislativo.
Se oponía el poblano Méndez principalmente al restablecimiento del Senado, por atentar contra el espíritu de la Constitución de 1857.
En el conflicto entre Juárez y Méndez, un grupo de liberales poblanos se entrevistó con el Presidente de la República para convencerlo de que cambiara la convocatoria y suprimiera la idea del Senado federal. Tras no llegar a un acuerdo, Méndez suspendió la publicación de la convocatoria en Puebla y en respuesta, Juárez lo destituyó del cargo y designó al general Rafael García como sustituto, hombre de su confianza, quien gobernó interinamente en 1867 y con carácter constitucional en 1868 y 1869.
García organizó las elecciones generales de Estado y contendió por la gubernatura contra sus rivales Juan M. Méndez, Fernando Romero e Ignacio M. Ortega. El Congreso estatal calificó la elección, como lo señalaba la Constitución poblana de 1861, lo que se tradujo en el triunfo electoral de García.
ELIGEN GOBERNADOR A ROMERO VARGAS
El panorama resultó complicado para Rafael García, quien tras las impugnaciones legales de sus oponentes, presentó su renuncia al cargo el 4 de marzo de 1869 y el Congreso del Estado, convocó a elecciones extraordinarias, donde el 30 de mayo de 1869, triunfó el general Ignacio Romero Vargas, quien gobernó de 1869 a 1872 y era amigo de Sebastián Lerdo de Tejada.
Durante el periodo de gobierno de Romero Vargas, se establece en Puebla el Senado poblano. Salazar Andreu, comenta que la institución del Senado, constituye un antecedente de la implantación en 1874 del Senado federal en el ocaso del periodo juarista.
La iniciativa de instauración del Senado poblano fue aprobada el 5 de diciembre de 1870 y publicada diez días después. Dichas reformas se asentaron en el texto de la Constitución del estado de 1861.
OPERATIVIDAD DEL SENADO DE 1871 A 1876
En resumen, según Salazar Andreu, la operatividad del Senado poblano abarca cinco años, la corta existencia obedece al complicado panorama político nacional y estatal.
Los actores de este panorama fueron Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. Este último, emprendió una revuelta contra Juárez, denominada Plan de la Noria, donde inició la insurrección contra la reelección de Juárez. La revuelta fracasó pues Díaz fue derrotado.
Al morir Juárez en 1872, después de su controvertida reelección, asume el cargo de Presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejada de 1872 a 1876, donde sobresale su propuesta para la reinstalación del Senado federal, que debería comenzar sus funciones en septiembre de 1875.
En 1876, el desgaste del gobierno de Lerdo provocó que Porfirio Díaz se rebelara, proclamando el Plan de Tuxtepec. En Puebla, el general Juan N. Méndez secundó a Díaz y después asumió la Presidencia de la República y en Puebla asumió el poder local el general José María Couttolenc, quien el 29 de noviembre de 1876, en su carácter de gobernador y comandante militar de Puebla, decretó el fin de los cinco años de actividad del Senado Poblano.
El gobernador Couttolenc clausuró las sesiones de la Asamblea General del 31 de octubre de 1876, para contar con una sola cámara que pudiera controlar con facilidad y que apoyaran sus propuestas legales.
Por cierto, en el Congreso del Estado, en la Legislatura Periodo Constitucional del 15 de enero de 2002 al 14 de enero del 2005, el diputado local por el partido Convergencia, Rodolfo Herrera Charolet, presentó como iniciativa la reinstalación del Senado con el objeto de que surja una carrera parlamentaria que evite que los legisladores poblanos utilicen el Congreso del Estado como medio político para conseguir otros cargos públicos.
Otros estados de la República ya habían tenido un Senado, como es el caso de Jalisco (1824), Oaxaca (1825), Veracruz (1825) y Durango (1826). En estas entidades federativas, la implantación del senado obedeció a la influencia francesa y estadounidense.
En fin, como escribió Andrés Bello (Venezuela, 1781-1865) en su poema Las Ovejas:
Mientras que así se queja
la sin ventura oveja
la monda piel fregándose en la grama,
y el vulgo de inocentes baladores
¡vivan los lobos! clama
y ¡mueran los pastores!
y en súbito rebato
cunde el pronunciamiento
de hato en hato
el senado ovejuno
«¡ah!» dice, «todo es uno».