Desde sobrepago hasta estafas en el envío, ESET advierte cuáles son algunas de las amenazas más comunes que utilizan el nombre de PayPal y que se deben tener en cuenta al comercializar bienes o servicios.
Diariosinsecretos.com/Ciudad de México – Con un volumen de pago total de 247 mil millones de dólares y 28 millones de comerciantes registrados, PayPal sigue siendo uno de los proveedores de pagos en línea más populares entre las principales marcas y entre una variedad de pequeñas empresas y proveedores de productos y/o servicios.
A diferencia de las grandes empresas, los proveedores más pequeños, especialmente aquellos que venden artículos como una actividad secundaria, no cuentan con profesionales de la ciberseguridad a su disposición. Como resultado, los proveedores más pequeños son mucho más susceptibles a los posibles ataques y diversas formas de fraude. En este sentido, ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, advierte cuáles son algunas de las amenazas más comunes y que se deben tener en cuenta al comercializar bienes o servicios:
Sobrepago: Una de las estafas más populares son las de sobrepago.
En este escenario, el delincuente, que se hace pasar por un cliente habitual, enviará un pago a través de PayPal por una suma mayor que la del precio del producto. Luego, notificarán al vendedor que cometieron un error y enviaron más dinero del que se les cobró y le pedirán al comerciante que les devuelva la diferencia. Una vez que eso haya sucedido, el estafador se pondrá en contacto con PayPal y presentará un reclamo citando varias razones, como que el producto entregado era de calidad inferior o que su cuenta se ha visto comprometida y no compraron nada. En este caso, el vendedor puede perder tanto el dinero como los bienes si el estafador es elegible para un reembolso completo.
Además, es posible que el ciberdelincuente haya utilizado una cuenta de PayPal o una tarjeta de crédito comprometida. Si el titular de la cuenta/tarjeta se da cuenta de que ha habido actividad no autorizada en sus cuentas, lo reportará y el vendedor perderá el producto que envió y el pago de este, además de incurrir en los gastos de envío.
“Los errores ocurren de vez en cuando, pero en el caso de sobrepagos, es mejor pecar de cauteloso. La mayoría de las veces, el sobrepago puede ser una clara señal de fraude, por lo que la mejor opción es cancelar la compra.”, comenta Camilo Gutierrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
¿Es – o no es – enviado?: Los estafadores suelen recurrir a distintas tácticas dentro de lo que son las estafas de entrega de paquetes, siempre con el objetivo de obtener dinero de terceros.
Por ejemplo, un estafador puede intentar convencer al vendedor de que use la cuenta para envíos del estafador porque puede obtener un descuento u ofrecer un precio mejor que utilizando uno de los servicios de entrega habituales. Sin embargo, si un vendedor está de acuerdo con eso, el delincuente puede fácilmente solicitar al servicio de envío que desvíe la entrega a otra dirección; esto les permite presentar un reclamo y afirmar que la mercancía nunca se entregó. El vendedor no tiene comprobante de entrega y eso significa que fue víctima de un triple golpe: están fuera del alcance del producto, pagaron las tarifas de envío y tienen que compensar la falta de entrega, todo esto pese a que el producto se envió.
Otra táctica común es el cambio de dirección. El estafador da intencionalmente la dirección de envío incorrecta y pacientemente monitorea el seguimiento del envío a través de Internet. Una vez que la empresa de envío agrega un comentario en el cual indica que el paquete no se pudo entregar, el estafador se comunica con el vendedor e indica su dirección “correcta”, para finalmente recibir el producto. Dado que no hay prueba de la entrega, se desarrolla el mismo escenario y el vendedor es víctima de un triple golpe.
“Para protegerse de este tipo de estafas, es mejor atenerse a su cuenta de envío y evitar transferir dinero a alguien que no conoce. También debe enviar siempre el producto a la dirección que el comprador indicó en la página “Detalles de la transacción”. Además, puede ponerse en contacto con su empresa de envío y prohibir al comprador que cambie la ruta de las entregas.”, advierte Camilo Gutierrez Amaya, de ESET Latinoamérica.
Phishing: PayPal es una de las marcas más elegidas por los criminales para suplantar la identidad en las estafas de phishing, por lo que es probable que los vendedores se conviertan en blanco de una.
Un escenario común que puede ocurrir es que el proveedor reciba un correo electrónico informándole que su cuenta de PayPal ha sido suspendida. El correo electrónico puede hacer alusión a varias razones por las cuales ha sido suspendida la cuenta, incluido una actividad inusual en la cuenta. El mensaje puede parecer legítimo, ya que cuentan con la información necesaria para hacerlo pasar por algo real. Para que el vendedor vuelva a poner en funcionamiento su cuenta, el falso correo indica que deberá completar los pasos descritos. El objetivo es robar datos confidenciales y/o las credenciales de la cuenta de PayPal. Por lo tanto, si el comerciante cae, el estafador tendrá en sus manos la dirección de correo electrónico, las contraseñas y tal vez incluso más. Alternativamente, el correo electrónico puede incluir un enlace que descargará malware en el dispositivo de la víctima.
“Siempre es mejor examinar cualquier correo electrónico no solicitado que se recibe, especialmente aquellos que parecen ser consultas de servicio al cliente. Si tiene dudas, siempre debe contactar a la empresa directamente a través de los formularios de contacto oficiales en su sitio web. Más vale prevenir que lamentar. El uso de un filtro anti spam y una solución de seguridad actualizada y de buena reputación también debería protegerle de la mayoría de los correos de phishing.”, aconseja Gutiérrez Amaya.
“Si bien esta puede no ser una lista completa de las diversas estafas, son algunas de las más comunes y dan una idea general de lo que se debe tener en cuenta. Lo más importante es permanecer alerta y sospechar si ocurre algo fuera de lo común. El mejor consejo sería verificar y estar muy atentos ante cualquier acción que parezca sospechosa o al menos extraña, ya sea una solicitud especial o un correo electrónico no solicitado.”, concluyen desde ESET.
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