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Afortunadamente los nuevos clientes (más conscientes del efecto natural sobre el clima de los artículos que compran) están empezando a inclinarse por aquellos que garantizan una utilización factible, menos contaminante y que no afecten a las demás especies.
La marca de calzado autónomo CLAE celebrará su vigésima conmemoración realizando la presentación de sus nuevos tennis producidos con piel de cactus de origen 100% vegetal.
La organización, con sede en Los Ángeles, se centra en el estilo factible, con una parte de sus pasadas zapatillas de tenis ecológicas producidas con materiales como el cáñamo y la redes plásticas reutilizadas.
Para ofrecer los primeros zapatos del mundo fabricados totalmente con “piel de cactus”, la organización estadounidense trabajó en un esfuerzo conjunto con la compañía DESSERTO, la firma hecha por dos mexicanos, pionera en la creación de este tipo de cuero de nopal vegetal.
Las ventajas de sustituir el cuero de vaca “convencional” por esta alternativa son unas cuantas. El cultivo de animales como el ganado, del que se obtiene la piel, produce alrededor de un 14% de sustancias noc¡ivas para la capa de ozono, además de devorar enormes cantidades de agua.
La piel vegetal se hace en Zacatecas, México, a partir de las hojas listas de la flora del desierto de pera espinosa (también llamada cactus de pera espinosa) sin dañar la planta. Convertido de forma única con minerales comunes y agua a 2.500 metros sobre el nivel del océano, el nopal es conocido por su baja impresión natural y es 100% natural.
Las hojas se cortan cada seis a unos dos meses para dar a la planta la oportunidad suficiente de recuperarse y ayudar a salvar la biodiversidad del territorio.
Una vez cortadas las hojas en desarrollo, se ponen a secar al sol durante un par de días antes de pasar por el ciclo autorizado de DESSERTO que transforma la planta en una delicada pero sólida piel vegetal.
Los zapatos Bradley Cactus están equipados además con bandas producidas con nylon fabricado a partir de residuos plásticos, mientras que la suela se produce con un elástico 100% común. Este elástico característico procede de la savia de látex de los árboles de Hevea y se cosecha en bosques de sierra razonablemente extensos. Las zapatillas también vienen envueltas en materiales ecológicos como el cartón reutilizado.