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La pandemia de covid-19 terminó de convencer a más mexicanos de emigrar a Canadá en busca de una mejor calidad de vida. De acuerdo con datos de CLASS Education, que brinda asesoría
desde hace casi tres décadas a personas interesadas en realizar estudios en el extranjero, entre finales de este año y mediados de 2022 se alcanzará la cifra récord de 30 mil mexicanos estudiando allá.
Esto significa un crecimiento de 66.6%, respecto a 2019, cuando 18 mil mexicanos emigraron para estudiar en aquel país y de 150%, en comparación con el año pasado, cuando hubo una reducción de 12 mil, a causa de la emergencia sanitaria.
Bruno Perrón, presidente de CLASS Education, detalló que el grupo de 25 a 34 años es el segmento que más busca una nueva oportunidad en el exterior.
Se trata, describió, de profesionales que ya tienen un trabajo en México y desean un posgrado o una segunda licenciatura. Deciden emprender el viaje, pero no lo hacen solos, sino acompañados por sus familias, en la mayoría de las ocasiones con la idea de no volver al país.
“Buscan una forma de lograr una mejor oportunidad laboral, una mejor calidad de vida para ellos y sus familias y eligen el vehículo de la educación para lograrlo, lo cual es válido”, dijo.
El integrante de la Cámara de Comercio Canadiense en México, destacó que las personas que realizan algún tipo de educación superior en Canadá, que dure al menos dos años, tienen derecho a laborar medio tiempo, y al concluir sus estudios pueden trabajar hasta tres años. Apenas concluyan su primer año, podrían aplicar por la residencia permanentemente, al igual que su cónyuge e hijos.
“Es una tormenta perfecta que se está armando y son varios factores. Primero, es una educación muy sólida y de calidad la que se ofrece en Canadá, a buen precio, comparándola con la oferta privada local en México; segundo, el gobierno canadiense ofrece excelentes beneficios a estudiantes internacionales, nueve de cada diez, o diez de cada diez egresados encuentra trabajo en lo que estudiaron en pocos meses, o antes de graduarse, lo cual hace que la inversión de los estudios sea sustentable.
Además, cuando uno empieza a trabajar reúne la mayoría de requisitos para aplicar por la residencia canadiense”, enumeró.
Según Perrón, entre 65% y 70% de los mexicanos que realizan estudios en Canadá logran quedarse de manera permanente.
Sobre las carreras o especialidades más demandadas, comentó que, a raíz de la pandemia, hubo cambio en las preferencias de los estudiantes.
En cuanto al perfil de los mexicanos que emigran también hubo un antes y un después de la crisis sanitaria.
“El mundo ha cambiado a raíz del covid. Antes eran jóvenes de 18 a 25 años que salían de la prepa pensando en ir a la universidad o hacer una maestría. Hoy se amplía a gente de 25 a 34 años”, sostuvo.
Sueldos en Canadá
Salario mínimo por hora en Canadá en 2021.
* Dólares canadienses.
CIUDAD POR HORA POR AÑO
Alberta $15 $28,800
Columbia Británica $15.20 $29,184
Isla del Príncipe Eduardo $13 $24,960
Manitoba $11.90 $22,848
Newfoundland y Labrador $12.50 $24,000
Nuevo Brunswick $11.75 $22,560
Nueva Escocia $12.95 $24,864
Nunavut $16 $30,720
Ontario $14.25 $27,360
Quebec $13.10 $25,152
Saskatchewan $11.45 1,984
Territorios del norte $13.46 $25,843
Yukon $13.85 $26,592
“Amo a mi país, pero hay otras oportunidades”
Con sus hijos en una mano y una maleta en la otra, Rosalinda Lugo dejó todo en México para emprender a lado de su esposo una nueva vida en Canadá.
Harta de la situación del país, la chilanga de 35 años optó por irse a estudiar una especialidad en negocios.
Ahorró durante cinco años para lograrlo y cuando ya había reunido una cantidad considerable de dinero a través de Facebook vendió carros, un terreno y hasta el último traste que tenía.
Desde hace 3 meses vive con su familia en Victoria, la segunda ciudad más poblada de Canadá después de Vancouver.
Desde la biblioteca de la Universidad de Victoria British Columbia contó que su esposo ya encontró un empleo de tiempo completo, su hija de 11 años y su hijo de 4 años, ya van a la escuela.
Rosalinda se graduó como sicóloga de la Universidad del Claustro de Sor Juana hace una década. En México se dedicó a dar terapias y la vida la fue llevando al área de los negocios.
“Pensé que ya no quería estar tan preocupada por lo que viene en el futuro de mi país, para mis hijos todo es muy incierto, hay mucho miedo. Digo ¿puedo de verdad estar en la calle sin miedo?, ¿quiero eso para mi familia?”.
“Amo mi país, lo presumo con orgullo, de verdad que sí, pero sí hay otras oportunidades, y todo depende de cómo inviertes tu dinero; algunos lo hacen en un carro, en una casa, nosotros pensamos cuánto cuesta irse a otro país a buscar otras formas de vida y pues ese fue el motor final, los hijos, un lugar en el que pudieran tener cosas maravillosas”, explicó.
La experiencia que hoy vive junto a su familia vale, dijo. Cada peso invertido, aunque duele, sí, que su propio país, no se la pueda brindar.
“Da tristeza porque te duele lo tuyo, porque tu familia se queda (en México) y al final, seamos realistas, no sólo es México hay muchos otros países en Latinoamérica que estamos viviendo cosas que no nos gustan. Es la verdad, no nos gustan y tampoco estamos de acuerdo. Si tienes miedo de que tus hijos estén en la calle y les pase algo, es una vida diferente en la mente, creo que eso es lo más fuerte de todo, el miedo de estar en México”, confesó.
La apuesta de Rosalinda es quedarse a vivir en Canadá, donde hoy se siente muy feliz y segura y donde sus hijos han podido experimentar otras culturas.
“Me encanta Canadá y si me pudiera quedar, me quedaría, pero si por cualquier cosa de la vida no pudiera, porque puede pasar, lo que estoy viviendo aquí va a hacer que en México o en cualquier otra parte nos vaya mucho mejor, ojalá nos quedemos”, deseó.
Buscan crecimiento profesional y financiero
En enero, los hermanos Paola y Alan Zapiaín García se irán de México para estudiar en Canadá, en busca de mejores oportunidades de vida.
Paola tiene 25 años, es la mayor de los hermanos y tiene dos licenciaturas; una en Relaciones Internacionales, y otra en Administración de Empresas; un trabajo en DHL y el dominio de dos idiomas, no vio más oportunidad de crecimiento en el país. Mientras que Alan, estudiaba en el IPN carrera de ingeniería industrial, pero con la llegada de la pandemia la calidad se fue a pique.