Libre Expresión
José Antonio Cuéllar M.
Feliz y contento estuvo el virtual gobernador electo Miguel Barbosa Huerta, en la comilona de “La Victoria” a la cual asistieron 3 mil personas en el Recinto Ferial, el pasado domingo 9.
Un día antes –sábado 8-, en la sede de Morena, Miguel Barbosa, reunido con los alcaldes de la capital y zona conurbada, y con las bases de este Movimiento, a manera de broma, invitó a los presentes acudir a la comida que organizaría el FAF.
Barbosa preguntó en voz alta a alcaldes y militantes: ¿Saben que es el FAF?
La respuesta de algunos fue de no, aunque otros se quedaron callados y reflexivos.
Él, dijo, a manera de broma: “El FAF, es el Frente Antififí”.
Minutos antes, Miguel Barbosa reflexionó acerca de las pasadas elecciones, y dijo que los resultados obtenidos obedecían en parte a cuestiones de índole nacional, y convocó a ediles y militantes, cerrar filas en torno al proyecto de la Cuarta Transformación, con el gobierno de Izquierda y con identidad que encabezará a partir del 1 de agosto.
Les dijo que como gobernador velaría por los intereses de todos, en un gesto de sumar y no restar, de ver hacia adelante, de estar alertas y preparados para las elecciones del 2021 que están a la vuelta de la esquina, y que la oposición, concretamente el PAN, quiere retomar el poder, pero en Puebla, habrá un Frente decidido a cuidar los intereses de una sociedad que está cansada de los malos gobiernos.
Los ediles de la capital y zona conurbada han sido flanco de ataques, de descalificaciones a sus gobiernos, algunos hasta los han cuestionado de ser desleales y traidores, por los resultados obtenidos en sus municipios en las pasadas elecciones. Y fue Miguel Barbosa, quien en la noche del pasado 2 de junio empezó hablar telefónicamente con cada uno de ellos y ellas, y lejos de reprocharles les brindó su mano amiga.
En los próximos días Miguel Barbosa, visitará los municipios y realizará giras de trabajo con los alcaldes. Su compromiso de reconciliación y unidad van en serio. Es político avezado que no caerá en el juego de nadie, ni pondrá en riesgo el proyecto que busca devolver la tranquilidad de los poblanos, y para eso promoverá que entre la clase política de Morena y aliados aminore la confrontación, tal y como cuando actuó para lograr que Alejandro Armenta Mier se disciplinara, y se enviara una señal de unidad a la sociedad.
La sociedad ya no quiere más violencia, de ahí que los dimes y diretes entre políticos, debe quedar atrás.
Otra acción tendrá que ver con que una vez que rinda protesta del cargo, Miguel Barbosa, enfocará su esfuerzo a limpiar de fondo los cuerpos de seguridad pública, y se propone que en los 100 primeros días de gobierno, los cuerpos policiacos esté libres de contaminación delincuencial.