Sin Secretos / Angélica García Muñoz
Lucra Eduardo Rivera con la desgracia ajena de una madre y sus 2 hijas, que viven en el mismo fraccionamiento donde el habita, Santa Cruz, en la zona de Zavaleta, que resultaron heridas durante un intento de robo, la anoche del 4 de Mayo, para llevar agua a su Molino, al declarar que su casa fue “vulnerada”, y que se trató de un “móvil político”, y hora más tarde, diría a reporteros que los delincuentes quien esperaban era a él, para darle un plomazo en la cabeza.
Lo único cierto es su intentona de enlodar el escenario político, dado que no tiene nada que perder pues va muy abajo en las tendencias electorales.
Es el hecho de que Eduardo Rivera quiere hacer realidad su dicho de que hay una escalada de violencia en la ciudad, de la cual dijo él advirtió, aunque al escupir al cielo le caiga en la cara, por la gran inseguridad que priva en la capital poblana de la cual el era responsable.
El sábado por la noche, le tocó a una familia del fraccionamiento donde vive Eduardo Rivera, ser víctima de la delincuencia, como cientos de poblanos capitalinos la padecen a diario.
Los delincuentes que entraron al fraccionamiento Santa Cruz, fueron detenidos en operativo exprés, aunque en la gran mayoría de los casos en la capital poblana , los ciudadanos, tras sufrir de un acto delincuencial los policías municipales ni aparecen, o si aparecen no son capaces de detener a los delincuentes, ni tampoco hay vigilancia.
Claro que el hecho acontecido en el vecindario donde vive Eduardo Rivera de inmediato puso a trabajar el cerebro maquiavélico de su cuarto de guerra, para que surgiera la frase pegadora de Eduardo: » ¡No se vale, carajo ! y la acusación manipuladora e irresponsable fue el “móvil político”.
Te pasas Eduardo Rivera, ni vulneraron tu casa , ni fue móvil político, y si burda estrategia mediática que raya en vil espectáculo que estás montando, que lucra con la pena ajena sin ningún pudor.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.