El estado represor de Nicaragua, de Daniel Ortega, decomisó los bienes de la Orden de los Jesuitas, y expulsó a los sacerdotes de la Universidad Centroamericana -UCA- por considerar que es “un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales”.
A los sacerdotes no se les permitió sacar sus pertenencias, y con lujo de violencia fueron sacados del inmueble, en una acción más de violencia extrema contra la Iglesia Católica en este país
De acuerdo al medio digital “El Confidencial” la policía allanó este sábado – ayer- la residencia en la que habitaban los sacerdotes que estaban a cargo de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), clausurada esta semana por la Justicia nicaragüense.
La residencia Villa Carmen, ubicada en Managua, donde viven los sacerdotes jesuitas, fue ocupada por la «Policía del régimen y funcionarios del Poder Judicial».
”Todos los sacerdotes fueron expulsados, por lo que se vieron obligados a trasladarse a la comunidad San Ignacio, del Colegio Centroamérica, en Managua», reseñó ese medio, que cita a fuentes cercanas a la Iglesia católica nicaragüense.
Los sacerdotes jesuitas mostraron a los agentes policiales y a los funcionarios del Poder Judicial las escrituras del inmueble en la que hace constar que no es propiedad de la UCA, «pero estos los ignoraron y les ordenaron que dejaran la casa así, como todas sus pertenencias».
El dictador Daniel Ortega, sigue atentando contra la libertad religiosa.
Condena de la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús, con sede en San Salvador, condenó este sábado el «desalojo» de los sacerdotes jesuitas que estaban a cargo de la Universidad Centroamericana. En un comunicado han condenado «este atropello» y manifestó «su confianza en que el Señor de la Historia siga acogiendo bajo su bandera a los jesuitas de Nicaragua en estos momentos».
La orden religiosa relató que «la Policía nicaragüense se presentó junto a miembros del poder Judicial en la vivienda de los jesuitas para exigir su desalojo argumentando que esa vivienda es también propiedad del Estado de Nicaragua».
Apuntó que «los seis miembros de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda» y agregó que «los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro».
El Gobierno sandinista se apropia de la Universidad Jesuita de Nicaragua
El allanamiento de la residencia de los sacerdotes ocurre en el marco del cierre de la jesuita UCA, uno de los centros de estudios privados más prestigiosos de Nicaragua.
El Gobierno nicaragüense publicó el viernes en el Diario Oficial La Gaceta un acuerdo del Ministerio de Gobernación en el que se aprueba la cancelación de la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 13 de agosto de 1960, y ordena el decomiso de sus bienes.
La Justicia de Nicaragua ordenó esta semana traspasar los bienes muebles e inmuebles, así como las cuentas bancarias de la UCA, al Estado de Nicaragua, luego de ser acusada por el Ministerio Público (Fiscalía) de ser un «centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales».
La UCA confirmó el miércoles el oficio y rechazó los «señalamientos infundados» de las autoridades. En razón de ese oficio, la universidad jesuita, cuyo rector era el sacerdote Rolando Enrique Alvarado López, decidió suspender sus actividades académicas y administrativas.
Las autoridades congelaron la semana pasada las cuentas bancarias e inmovilizaron las propiedades de la UCA, mientras que el lunes un organismo adscrito a la Corte Suprema de Justicia revocó la acreditación del Centro de Mediación de la universidad, unas medidas que se han ejecutado en medio de los roces entre el Gobierno de Ortega y la Iglesia católica nicaragüense.