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Matthew Perry fue hallado inconsciente en su jacuzzi por su asistente personal el día de su fallecimiento. La autopsia concluyó que la muerte fue accidental, pero la investigación posterior se centró en esclarecer cómo el actor había conseguido cantidades tan significativas de ketamina.
La policía de Los Ángeles, en colaboración con la DEA y otras agencias, rastreó a los proveedores de la droga para Perry, lo que condujo a una serie de detenciones.
Cinco personas han sido arrestadas en relación con la muerte de Matthew Perry. De estos, dos acusados, incluido el asistente del actor, ya se han declarado culpables de los cargos, y un tercer implicado ha acordado también admitir su culpabilidad.
Los fiscales han señalado que existen mensajes entre los acusados que sugieren intentos de encubrir su participación en el suministro de ketamina a Perry.
El papel de la ketamina en la muerte de Perry
La ketamina, que se usa tradicionalmente como anestésico en cirugía, ha ganado notoriedad tanto como droga recreativa como en tratamientos para la depresión y el dolor crónico. Sin embargo, su uso indebido, especialmente en dosis elevadas, puede ser extremadamente peligroso. En el caso de Matthew Perry, la cantidad de ketamina encontrada en su organismo durante la autopsia era suficiente para una anestesia general en una operación quirúrgica, un hecho que fue clave en la investigación.