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- Fue fundada por el obispo cismático Marcel Lefebvre.
- Construyó un templo en el municipio de San Pedro Cholula.
- Los supuestos “sacramentos” que ministran son ilícitos.
DiarioSinSecretos.com / J. Antonio Cuéllar M.
Ciudad de Puebla.- La Arquidiócesis de Puebla, informó a la comunidad católica que la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fundada por el obispo cismático Marcel Lefebre, está fuera de la Iglesia Católica, y advierte que la “consagración” anunciada de una edificación a la que se le ha dado el título de “iglesia de Nuestra Señora de todos los Ángeles”, en las cercanías del municipio de San Pedro Cholula, no tiene validez ni tampoco los “sacramentos”que pudieran ministrarse son ilícitos.
La Arquidiócesis de Puebla, señala que “la Iglesia Católica tiene el deber de custodiar la legítima administración de los sacramentos, la guía del Pueblo de Dios y la recta predicación de la Palabra del Señor, según la voluntad de Jesucristo; por ello, tiene también la misión de advertir oportunamente sobre cualquier persona o asociación que actúe en contra de la voluntad de Dios, contenida en la Sagrada Escritura, en la Tradición y el Magisterio de la Iglesia”.
Indica que “dado que ni la Fraternidad San Pío X ni el edificio por ellos erigido se sujetan obedientemente a las disposiciones del Santo Padre ni mucho menos a la autoridad del señor Arzobispo, se pide a los fieles a que, para su atención espiritual acudan a su respectiva parroquia.
Deja en claro que “no puede edificarse una iglesia sin el consentimiento expreso del Obispo diocesano, dado por escrito.
Los sacramentos administrados por los ministros de la Fraternidad San Pío X, son ilícitos por tres razones: 1). No son celebrados en la plena comunión eclesial. 2). Son administrados por sacerdotes acéfalos, es decir que no están bajo una autoridad eclesiástica. No prestan obediencia al Papa. No pertenecen a ninguna diócesis ni congregación y no cuentan con licencias ministeriales expedidas por la Arquidiócesis de Puebla. 3). Quienes han sido adheridos a este movimiento cismático, pueden recibir la pena establecida para quienes incurren en cisma, como seria la excomunión.
En suma, al celebrar ilícitamente los sacramentos, desgarran la unidad de la Santa Iglesia Católica. En cuanto el templo recién construido, es importante tener en cuenta que no puede edificarse una iglesia sin el consentimiento expreso del Obispo Diocesano, dado por escrito, y dicho templo no cuenta con ese permiso.
Cómo el Papa Francisco señala en su carta a los Obispos del mundo, para presentar el Motu proprio “Traditionis custodes”: Es necesario favorecer la recomposición del cisma guiado por el movimiento de Mons. Lefebvre. Por ello el Santo Padre previno sobre diversos abusos litúrgicos que tuvieron como consecuencia aumentar las distancias, endurecer las diferencias y construir oposiciones que hieren a la Iglesia y dificultan su progreso, exponiéndola al riesgo de la división. Nunca olvidemos que las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia, que es sacramento de unidad, y deben realizarse siempre en comunión con la Iglesia.
- (Canon 837 § 1). Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la misma Iglesia, que es «sacramento de unidad», es decir, pueblo santo reunido y ordenado bajo la guía de los Obispos; por tanto, pertenecen a todo el cuerpo de la Iglesia, lo manifiestan y lo realizan; pero afectan a cada uno de sus miembros de manera distinta, según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual.
- —(Canon 844 § 1). Los ministros católicos administran los sacramentos lícitamente sólo a los fieles católicos, los cuales, a su vez, sólo los reciben lícitamente de los ministros católicos…
- (Canon 265) Es necesario que todo clérigo esté incardinado en una Iglesia particular o en una prelatura personal, o en un instituto de vida consagrada o en una sociedad que goce de esta facultad, o también en una asociación pública clerical que haya obtenido de la Sede Apostólica tal facultad, de modo que de ninguna manera se admitan los clérigos acéfalos o vagos.
- Concilio Vaticano II. Documento Sacrosanctum Concilium 26. Las acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia, que es «sacramento de unidad», es decir, pueblo santo congregado y ordenado bajo la dirección de los Obispos.
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