Connect with us

¡Hot!

¿Ángela Aguilar es antipática… o sufre de envidia colectiva?

Published

on

Ángela Aguilar no hizo nada grave. No robó, no insultó a nadie, no pateó perritos. Solo no bailó un challenge, no se mostró extrovertida en un evento, no se dejó apapachar por la prensa con esa dulzura plastificada que tanto gusta. Y eso bastó para desatar una tormenta de comentarios: “mamona”, “estirada”, “qué antipática”. Como si hubiera cometido el peor de los pecados en el espectáculo: no sonreír a pedido del público.

La joven artista, que además canta bien, viste como quiere, elige con quién estar y no vive explicándose en redes, se ha convertido en blanco de una crítica sutil pero constante. No porque haya hecho algo objetivamente malo, sino porque encarna esa figura molesta: la mujer joven, exitosa y dueña de su imagen. A la que no se le nota ni un poquito la culpa. Y eso, para muchos, es insoportable. Porque mientras tú peleas por atención con stories y filtros, ella simplemente existe… y le funciona.

¿Es antipática? Tal vez. ¿Y qué? También lo fue cualquier figura que decidió no rendirse al circo. Pero lo que realmente nos molesta no es su actitud, es que nos recuerda lo poco que nos atrevemos a ser auténticos. La envidia no siempre se manifiesta con deseo: a veces llega en forma de crítica moral disfrazada de “opinión legítima”. Y si te pica tanto que una mujer no se disculpe por su brillo, quizá el problema no está en ella… sino en lo que no te estás permitiendo tú.

Lo más leido