Diariosinsecretos.com.- Alumna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolla un parche transdérmico para contribuir a disminuir las reacciones adversas de uno de los fármacos dirigido a tratar la osteoporosis, en particular en mujeres posmenopáusicas y en hombres adultos mayores; así como, auxiliar a que el organismo absorba más cantidad de esa sustancia.
De acuerdo con la Fundación Internacional de Osteoporosis, cada año una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres, en promedio, sufren fractura de cadera, lo cual revela que en México, alrededor de 156 mil individuos estarían en esa condición y esta cifra se incrementará conforme pasen los años.
El académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, José Juan Escobar Chávez, indicó que para 2050 México será una nación de adultos mayores y el número de fracturas por osteoporosis podría incrementarse en esa población, asociado a otras patologías como obesidad, diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.
La exposición diaria y prolongada a partículas contaminantes en el aire, está estrechamente vinculada con el riesgo de padecer osteoporosis, según estudio
Jessica Aglae Victorino Zúñiga, realizó la propuesta que consiste en la generación de una opción no agresiva y eficiente, además de aumentar la biodisponibilidad (grado y velocidad con que una forma activa alcanza su sitio de acción) del fármaco, «porque también es importante mencionar que el alendronato sódico por vía oral, tiene baja biodisponibilidad, es decir, es mínima la cantidad que se aprovecha de la tableta que se ingiere».
Es un parche transdérmico acoplado a microagujas huecas poliméricas biodegradables, el cual se suministra a través de la piel -en las regiones lumbar, abdominal y antebrazo; es decir, zonas anatómicas donde no ha mucho vello para impedir que se desprenda-, lo que evita las reacciones adversas a nivel esofágico y gástrico que el medicamento genera después de su ingesta. Es una innovación cómoda y benévola con el paciente.
Se hicieron pruebas de resistencia de la película biodegradable que constituye al parche; así como de irritabilidad en voluntarios, cuyos resultados arrojaron que el producto tecnológico y su caracterización son positivos.
Por su tamaño micrométrico no genera dolor y permite efectuar cualquier actividad sin problema, además de que el enfermo por sí mismo lo puede aplicar, esas son otras ventajas, no requiere de personal especializado. Se dio a conocer que ya se solicitó la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.