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Este domingo, en un evento trágico para la política local, se confirmó el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, quien había asumido el cargo hace apenas una semana. El ataque ocurrió en el centro de la ciudad, donde las autoridades llevaron a cabo un fuerte operativo de seguridad y acordonamiento de la zona.
Arcos Catalán, representante de la coalición «Fuerza y Corazón por México», había triunfado en la reciente contienda electoral, superando a su rival de Morena. Su muerte se suma a un clima de violencia que ha afectado a la región, recordando el asesinato del secretario General del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, quien fue asesinado poco después de tomar protesta junto a Arcos Catalán.
Los hechos se desarrollaron durante la tarde del domingo, pero la confirmación de la identidad de la víctima llegó horas más tarde. En respuesta a esta ola de violencia, diversas corporaciones policiacas establecieron varios retenes de seguridad en la capital guerrerense, intensificando la vigilancia en la zona. La situación genera preocupación entre los habitantes y pone de relieve la urgencia de medidas de seguridad más efectivas en la región.
