|Diariosinsecretos.com | 29| Marzo |. – En dos horas tienes que agarrar un autobús para irte a la Ciudad de México. Con esta frase iniciaba un viaje cargado de primeras veces para Axayacatl Cruz, originario de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Su primera vez en la capital del país, su primer trabajo remunerado como modelo, las primeras fotos de su portafolio fuera de los paisajes oaxaqueños.
Este joven, de 21 años, forma parte de la primera generación de modelos de Talento Espina, una agencia oaxaqueña de modelos de piel morena, originarios del sur de México y, si es posible, con raíces indígenas.
Le llamaron de la marca The Pack. Aún hoy, este chico tímido de uñas pintadas de negro, manos tatuadas y arete en la nariz se emociona al recordarlo. Es estudiante de Artes Visuales, pero nunca se imaginó que un día sería él quien estaría en el otro lado de la cámara.
“Necesitamos recuperar nuestra identidad”, afirma Pompi García, diseñador de moda y uno de los tres talentos fundadores de la agencia, junto con el fotógrafo Enrique Leyva y la modelo Karen Vega. “El patrón en la industria de la moda siempre ha sido valorar el físico. Pero no se preguntan sobre la identidad y los orígenes”, añade.
Las ganas de generar un discurso sobre la historia individual y colectiva del sur de México a partir de la moda fue lo que inspiró a estos tres originarios de Oaxaca para lanzar Talento Espina, hace justo un año.
Somos espinas
El nombre Talento Espina nació de un libro de botánica y del rol protector y nutritivo que tienen las espinas en el mundo natural.
Sus talentos han colaborado con marcas como H&M, han aparecido en revistas como Vogue, Vanity Teen, y los han buscado de grandes productoras estadounidenses, así como de Netflix Estados Unidos y Netflix México.
Pero ahí es donde la agencia saca las espinas, porque sus talentos no son solo belleza del sur de México, sino que también tienen historia.
“Tenemos a un modelo que trabaja de panadero y se levanta a hacer pan a las 7 de la mañana. Por eso nosotros tenemos que preguntar si hay presupuesto para hacer los trabajos, porque a mí sí me cuesta sacar a un niño de un vida poco privilegiada”, explica Pompi García.
Karen, Noemí García y Marlene Maradiaga en una serie de fotos inspiradas en las mujeres que se bañaban en el río, en Oaxaca. Foto: Enrique Leyva.
Todas las marcas han puesto un presupuesto mínimo por los trabajos. La agencia, se queda un 20% de comisión.
“Queremos mantenerlos a ellos emocionados y que sepan que su trabajo es sustentable”, explica el diseñador oaxaqueño. “Yo soy la mamá que graba con el iPad a sus niños y Enrique es el papá que los cuida y maneja la bolsa. Somos espinas, somos una familia”.