El Papa Francisco, arribó a Canadá, tras 10.30 horas, teniendo en agenda sostener reuniones con grupos sociales, religiosos y autoridades civiles en las ciudades de Edmonton, Quebec y Iqaluit. Y dijo a los 78 periodistas de medios internacionales que le acompañan: “Es un viaje penitencial, lo hago con este espíritu y pido de sus oraciones”.
En su cuenta de twitter, envió mensaje a los habitantes Canada: “Queridos hermanos y hermanas de Canadá, vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”.
La gira del Papa Francisco durará 6 días, y concentrará la atención esencialmente a dialogar con las poblaciones amerindias autóctonas que representan el 5 por ciento de la población canadiense, aglutinadas en 3 grupos – Primeras Naciones, Metis e Inuit-.
Los Inuit, fueron sometidos por décadas a una política de asimilización forzada, fundamentalmente a través de un sistema de pensionados para niños, subsidiado por el gobierno, y atendido por comunidades cristianas, y en donde se dieron abusos y que han sido calificados como “genocidio cultural”, por una comisión de la verdad y reconciliación que pidió una disculpa papal, en el año de 2015.
El gobierno de Canadá reconoció que el abuso “físico y sexual” se dio en escuelas cristianas financiadas por el Estado -en el siglo pasado, y hasta la década de l70. Se estima que 150 mil niños fueron separados de sus familias y llevados a esas instituciones. En el 2021, se descubrió que en el internado de Kamloops en Columbia Británica, estaban enterrados los cuerpos de 200 menores de edad.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.