Por: Héctor Herrera
Vivimos una época de cambios políticos y sociales sin precedentes, para comenzar la nueva realidad política de nuestro país y nuestro estado a partir de las elecciones del 2018 ha dejado huella, aunque ese es un tema aparte.
En la recta final del 2020 las consecuencias de la pandemia global que azotó a las familias de todo el globo comienzan a hacerse presentes; desempleo, violencia, injusticia social, desigualdad, todas estas realidades sociales se acentuaron, haciendo más notoria la falta de empatía y buena voluntad del ser humano.
Aquellos en posiciones de comodidad, durante esta contingencia solo tuvieron que preocuparse por mantener el encierro y la distancia, con la seguridad de un cheque mensual, pero ¿qué pasa con la mayoría de mexicanos para quienes «Cuarentena» significa perder el sustento? y ¿qué están haciendo aquellos que tienen más por los menos afortunados?
La lista de empresas que realizaron recortes injustos es larga, vergonzosamente larga, los dueños salvaguardaron sus intereses sin pensar en el bienestar de aquellos que con su trabajo hicieron crecer sus cuentas y llenaron de dinero sus bolsillos, el resultado de tal falta de civismo y gratitud a la clase trabajadora es el CAOS ECONÓMICO.
Por su puesto no es el caso de todos, algunas industrias fueron ahorcadas por las circunstancias inauditas sin lugar a dudas, hasta mí han llegado casos de empresarios que tuvieron que cambiar de giro o cerrar sus puertas, pero trataron en lo sumo de retribuir a sus empleados por sus años de trabajo arduo, fueron duras despedidas pero se hizo lo necesario y se actuó con justicia y de acuerdo a la ley. Estos empresarios, los menos, trataron de cuidar a sus familias trabajadoras y actuaron como verdaderos mexicanos, hasta donde les fue posible.
Sin embargo en la calle de la vergüenza, desfila una larga fila de apátridas que valiéndose de amenazas pausaron a sus trabajadores, sin sueldo, y con la amenaza de despido si presentaban quejas, salarios recortados con promesa de despido, y por supuesto despidos sin liquidación argumentando quiebra, lo más triste, estos casos provenientes en su mayoría de empresas grandes, franquicias y hoteles cinco estrellas.
Que decir de los inconscientes que esparcieron el virus saliendo de fiesta, organizando reuniones y tomando vacaciones en un delicado momento de emergencia nacional.
Esto que escribo podría parecer un punto de vista negativo, una forma de ver las cosas obscura y triste, pero hace falta valor para señalar lo cruenta de la realidad, hace falta honestidad para reconocer que el hombre puede hacer mucho más por el prójimo, mucho más por su patria y su comunidad.
La venda de las redes sociales, el entretenimiento, nubla nuestra conciencia y nos impide ver a nuestro al rededor para darnos cuenta de que México nos necesita, ¡nuestro barrio nos necesita!, nuestra comunidad, familia, vecinos, hoy más que nunca es necesaria una ¡NUEVA ERA SOCIAL!.
Este artículo no tendría ningún objeto si solo se tratara de un desfile de quejas, por lo que te invito amable lector a que te unas a la causa social de tu preferencia, desde cualquier trinchera, con una asociación civil u organizándote con tus amigos o familia para tratar de promover un cambio en tu comunidad.
¡Hay mucho por hacer!, por mi parte te invito a unirte a mi equipo de ciudadanos preocupados por poner un granito de arena en la transformación de nuestro entorno y te comparto el proyecto NUEVA ERA SOCIAL, en donde buscamos ayudar a quien más lo necesita, pues como dijo el célebre escritor indio Rabindranath Tagore: «Quien no vive para servir, no SIRVE para VIVIR».
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.