*11 años de estar al frente de la Arquidiócesis de Puebla.
*Fue ordenado sacerdote en 1976
J. Antonio Cuéllar M. / Libre Expresión
Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, cumplió 44 años de ordenación sacerdotal, y desde muy temprano, empezó a recibir felicitaciones de la comunidad católica de Puebla, y de otros estados del país, aunque en esta ocasión ha sido a través de vía telefónica y vía internet por la pandemia de Coronavirus que azota a nuestro Estado, a México ya cargo en general al mundo, y que obliga al confinamiento y a la la sana distancia.
Su ordenación sacerdotal fue en 1976, en una celebración que presidió el Arzobispo Primado de México Monseñor Ernesto Corripio Ahumada, de grata memoria.
Monseñor Víctor, fue nombrado por el Papa San Juan Pablo II, como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, el 2 de marzo de 2004; y recibió la ordenación episcopal el 26 de marzo del mismo año en la Basílica de nuestra Señora de Guadalupe.
El 5 de febrero de 2009, fue nombrado Arzobispo de Puebla por el papa Benedicto XVI, quien le dio palabras de aliento, y dándole la recomendación de que fuera un buen pastor, un buen obispo.
Ese encuentro tuvo lugar en la sala del Consistorio del Palacio Apostólico de El Vaticano, en el marco de la asamblea plenaria de la Pontificia Comisión par América Latina – CAL-.
Monseñor Víctor, salió del Vaticano con el nombramiento bajo el brazo, y tomó posesión el 2 de abril de 2009, primero ante el Cabildo Eclesiástico, en una ceremonia privada en la catedral de Puebla; y más tarde, presidió la Santa Misa, ante poco más de 30 mil personas reunidas en el Estadio Cuauhtémoc, en donde su homilía se centro en el pasaje bíblico del Buen Pastor, que da la vida por su rebaño.
Han pasado 11 años, tiempo que le ha permitido promover la Evangelización por todo el Estado a través de sus giras pastorales, ha llevado a cabo una profunda reestructuración de la jerarquía eclesiástica, que incluye los nombramientos de dos arzobispos auxiliares, y organizado a los 32 grupos pastorales, y ha mantenido una permanente comunicación con las diferentes ordenes religiosas.
Pero su trabajo no queda ahí, dirigiendo “la orquesta” desde el púlpito, como dicen algunos sacerdotes, sino que ha salido al encuentro con la gente, sosteniendo diálogo fraterno y fructífero con otros credos religiosos, en un papel de Padre, Maestro y Hermano en Cristo.
Además, ha logrado mantener una relación con la autoridad civil de respeto y colaboración, y cuando ha sido necesario ha fijado clara su postura en temas delicados como el aborto, eutanasia, familia, y de otros como seguridad pública y desempleo.
En reiteradas ocasiones se ha pronunciado por la solidaridad, como ha sucedido en la actual pandemia, en que el exhorto va enfocado a que se acaten las normas sanitarias estipuladas por la autoridad civil y en donde la Iglesia ha mostrado su total respaldo, en prevención de más brotes.
En los últimos días, Monseñor Víctor envió una carta a sus sacerdotes, en donde les agradece su obediencia, y exhortarlos a mantenerse unidos en oración, a pedir por las almas de aquellos presbíteros que han fallecido por el virus de Covid-19.
Puebla tiene un arzobispo que ha entregado su vida a la causa de Cristo, cuidando a sus ovejas, tal y como fue la encomienda del Papa Benedicto XVI.
Desde este espacio envío un fraternal abrazo a Monseñor Víctor Sanchez Espinosa, que Dios nos lo conserve muchos años, y que le conceda fortaleza y humildad para seguir cumpliendo con su trabajo pastoral.
16 años cuestionándolo todo, investigación y crítica política sin censura.