Candidatos despiertan los peores instintos.

Por Angélica García Muñoz

22 de Mayo de 2018

Descalificativos, insultos, como farsante, mentiroso, hipócrita, “la mafia del poder”, apodos como Riki rikin canayín, eclipsaron las propuestas de los aspirantes presidenciales en el pasado segundo debate presidencial.

 Andrés Manuel López Obrador le sirvió sobre manera el truco de mostrar su cartera a los que seguían el debate para luego hacer ademán de protegerla, para luego afirmar que la cuidaría de Ricardo Anaya.

 Pese al malísimo desempeño del puntero, nada justifica que el candidato presidencial Ricardo Anaya, que va en segundo lugar, invadiera el espacio vital de Andrés Manuel López Obrador en varias ocasiones, abusando de la libertad de desplazamiento que permitió el segundo debate.

Eso tampoco justifica que AMLO haya mostrado su cartera al público y la finta de protegerla de Ricardo Anaya, ni tampoco el que más tarde Andrés Manuel se ufanara de su montaje teatral. Pues días atrás AMLO había dicho que ni siquiera 200 pesos tenía en su cartera.

AMLO dijo al respecto, que por pasarse de la raya “le puse su estate quieto a Ricardo Anaya y salí victorioso y con mi cartera del debate, Anaya es un hipócrita, acostumbrado a mentir y apantallar a los tontos”.

Usted amable lector haga preguntas a sus conocidos sobre los temas que se abordaron en el segundo debate en materia de Comercio Exterior e Inversión, Seguridad Fronteriza y Combate al Crimen Transnacional, y   Derechos de los Migrantes, y se dará cuenta que ¡nada se quedó! de las propuestas.

A pesar de las descalificaciones, los candidatos que más propuestas hicieron fueron Ricardo Anaya y Antonio Meade, y en menor grado Andrés Manuel López Obrador y “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón.

De los candidatos que ocupan los primeros tres lugares, Andrés Manuel López Obrador fue quien más acusaciones recibió y el que menos consiguió entender las preguntas de los moderadores.

Los candidatos que mejor se posicionaron en las redes sociales fueron Andrés Manuel López Obrador, por su expresión Riki Rikin,  canayín, a Ricardo Anaya, y este último diciéndose vencedor del debate.

Ricardo Anaya descalificó a AMLO cuando fue jefe del gobierno del Distrito Federal, diciendo que tuvo que ver con la venta de Banamex a extranjeros, también lo acusó de su falso nacionalismo, con el argumento de que su hijo estudió en España.

 Antonio Meade también le puso críticas al tabasqueño porque éste se hace atender medicamente por un doctor cubano radicado en E.U. y quien viaja a México para checarlo medicamente, en referencia a la propuesta de AMLO del Seguro Popular que quiere para todos.

La inclusión de AMLO de supuestos delincuentes en las listas de candidatos acusados de chantaje, corrupción, o secuestro como Nestora Salgado y cuestionamientos de Meade de que las prerrogativas de Morena sean parte del patrimonio familiar de Andrés Manuel.

El tema de lavado de dinero fue un raspón para Ricardo Anaya y AMLO y se lo propinó otra vez Antonio Meade.

 López Obrador repitió lo que dice en mítines y comerciales, y hasta su personaje en el programa televisivo el Privilegio de Mandar: que José Antonio Meade y Ricardo Anaya son lo mismo.

Otros, que son de la mafia del poder, demagogos, además que Ricardo Anaya es canallita, engaña tontos, corrupto y su nivel de vida que tiene a su familia viviendo en Atlanta.

Jaime Rodríguez “el Bronco”, jugo su papel de supuesto mediador entre los otros candidatos, pero les atizo duro a los 3: “abusados, no voten por éstos;

Al puntero (AMLO) le dijo que no es el de mayor experiencia, y le pidió que le firmará la renuncia a los 3 mil millones de pesos que recibe de financiamiento de su Partido Morena, en alusión a que AMLO vive sin trabajar y que es un “huevón”.

Advirtió que los 3 aspirantes están engañando a los mexicanos.  AMLO con su amor y paz y corazón negro; Meade, tuvo 3 oportunidades y no hizo nada. De Anaya, dijo que no va a confrontar a Trump por tema de migrantes, pues sus hijos siguen en Estados Unidos. Su llamado fue a “quitarse la pata del pescuezo”.

Su advertencia, para AMLO, fue: “Las encuestas no bastan y al igual que en el juego de futbol, los resultados no serán él que quieres”.