DiarioSinSecretos.com / Angélica García Muñoz
Ciudad de México.- Centenares de sacerdotes y religiosas, así como millares de fieles católicos procedentes de todo el mundo acudieron a la Basílica de Guadalupe, a la declaratoria de beatificación del Padre MSpS Moisés Lira Serafín, una gran fiesta que enmarca el camino de este siervo de Dios
Conocido como “Apóstol de la bondad”, Moisés Lira Serafín, nació en Zacatlán, Puebla, en el seno de una familia cristiana, sencilla y humilde, de buenas costumbres, y obediente el llamado de Dios, ingresó al Seminario Palafoxiano de Puebla en 1914, aceptando la invitación del padre Félix de Jesús Rougier, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo -MSpS- de la que fue el primer novicio, y al cual se le llamó “el primogénito”. En su biografía se resalta que el 4 de febrero de 1917 profesó sus votos. Fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922, y el día de Navidad de ese año emitió sus votos perpetuos. Un mes después, acuñó una frase que guiaría su itinerario de santificación: “Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”. Años más tarde, fue fundador de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada. Su vida fue ejemplo de obediencia y dio testimonio de vida cristiana. Su frase: “Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”.
En su homilía, el Cardenal MarCcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos, se refirió al beato Moisés Lira, como el hombre que supo reproducir en sí mismo la imagen de Cristo, manso y humilde de corazón.
“Nuestro beato, cuando hablaba sobre Dios, lo hacía como un verdadero hijo, y cuando hablaba de Dios, se refería a Él como un verdadero Padre, haciéndolo con una ternura que impresionaba”, expuso el prelado, quien dijo que “es modelo de vida para aquellos que han tenido una infancia y una juventud afectivamente pobres. “Los testimonios decían de él que le encantaba hacer feliz a todo el mundo, y era evidente que su alegría brotaba de su interior, por su relación estable con Dios”.
Y resaltó el especial carisma que tenía Moisés Lira en la dirección espiritual, que ejerció en la celebración del sacramento de la Penitencia, al que dedicaba de 6 a 8 horas diarias, y al acompañamiento de los fieles a las que orientó en su opción de vida”.
El cardenal Semeraro leyó la Carta Apostólica con la que el Papa Francisco aceptó inscribir en el número de los beatos al siervo de Dios Moisés Lira Serafín, y quedando establecido que será celebrado el 25 de junio.
El Centro Monseñor Ibarra, de Alianza de Amor con el Sagrado Corazon de Jesús, presente en la histórico acontecimiento
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