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Libre Expresión / J. Antonio Cuéllar M.
En el marco de la reunión de la Comisión permanente del PAN, el martes por la noche, en la sede del blanquiazul, con asistencia de sus 35 miembros, hubo desde la que quiso victimizarse, o el que quiso suavizar la derrota, y propuso realizar un análisis del antes de las campañas, durante y el día de las elecciones, pero más como recurso para llevar la fiesta en paz entre la clase política.
El único que se atrevió hablar sin tapujos, de manera clara, y sin rodeos ante la derrota sufrida, fue el alcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, que acudió a la reunión con derecho de voz y voto, y su mensaje, incomodó a algunos cuando afirmó que “el PAN en Puebla está hecho pedazos”, y advertir que “de no asumir con verdadera responsabilidad política esta crisis, y si no se emprenden acciones muy pronto para reconstruir lo que quedó del panismo poblano, no se podrá salir de la lamentable situación, y correr el riesgo de caminar con la misma suerte del PRD y el PRI”. El primero, dijo, “perderá su registro” y el segundo, “está a muy poco tiempo de que le pase lo mismo”.
Llamó la atención que Edmundo Tlatehui, no llegó con la espada desenvainada a la reunión, en busca de cortar cabezas, por el contrario dejó claro que no hay que buscar culpables, sino conocer a fondo las causas de la derrota, «pero no será en una sesión como se identificarán», sino que pidió establecer mesas de trabajo, y en las que se incluya a la militancia, analistas, académicos e investigadores.
Pidió ante todo respetar a la militancia, la que a final de cuentas tendrá que decidir quienes deberán dirigir al PAN en el estado.
En ningún momento mencionó ser aspirante a la presidencia del PAN, aunque algunos se cuchicheaban entre sí, y otros se apresuraron a salir de la sede del blanquiazul.
Al término de la reunión, la primera en salir, más bien huyendo Augusta Valentina Díaz de Rivera.
Aquí el mensaje integró de Edmundo Tlatehui:
“Muy buenas tardes compañeras y compañeros, miembros de la Comisión Permanente.
He decidido asistir a esta reunión con el ánimo de construir y de sumar y nunca dividir.
Asisto con la esperanza, no con ingenuidad, de que no habrá desaseo político.
Empezaría por afirmar que hoy el PAN vive la peor crisis política-electoral de su historia en Puebla.
Debemos admitir que esta derrota es una verdadera tragedia para nuestro partido.
Sería muy irresponsable evadir o negar esta triste realidad, que vivimos las y los panistas.
Y que está a la vista de la sociedad.
Lo quiero decir con estas palabras: El PAN en Puebla está hecho pedazos.
Sino asumimos con verdadera responsabilidad política esta crisis.
Si no emprendemos acciones muy pronto para reconstruir lo que quedó del panismo poblano, no podremos salir de esta lamentable situación.
Por el contrario, corremos el riesgo de caminar con la misma suerte del PRD y el PRI. Y NO ESTOY EXAGERANDO, compañeras y compañeros panistas.
El PRD, lo sabemos bien perderá su registro y el PRI está a muy poco de perderlo.
Las verdades son incómodas y estoy seguro que mi opinión les molesta a varios de los presentes.
Aclaro: no estoy culpando a nadie de manera individual o colectiva.
Esta reunión no tiene por qué convertirse en una cena de negros.
Lo que digo con claridad es que, si hay honestidad política de las y los diferentes actores y militantes, y de verdad queremos sacar de esta crisis al PAN, debemos empezar por reconocer esta tragedia.
Ahora bien, necesitamos más que encontrar culpables, identificar las verdaderas causas de esta crisis.
Y este análisis no puede caber en esta reunión.
Necesitamos elaborar una Agenda de Trabajo para abrir espacios de análisis y reflexión que incluyan a la militancia y por qué no, que participen por invitación analistas, académicos, investigadores de gran prestigio que desde la academia han investigado al PAN como objeto de estudio.
Muchos son los temas a discutir y reflexionar sobre el partido.
Temas que no podemos evadir.
Mi opinión es que, la primera gran decisión para iniciar los trabajos de reconstrucción es empezar por respetar a la militancia.
Debemos convertir a la militancia en la instancia donde se decida el destino del partido.
Deben ser las y los militantes, sólo ellos, nadie más, los que decidan, quienes deberán dirigir al PAN en el estado.
Debe ser la militancia la que decida libre y democráticamente quién va dirigir al PAN en los próximos años.
Sería una pésima y muy desafortunada decisión manipular el proceso para que sea el consejo estatal y no la militancia la que decida quiénes serán los próximos dirigentes.
Digo que sería una pésima decisión porque enterraríamos toda posibilidad de reconstruir al PAN.
Pésima decisión también porque nos alejaríamos aun más de la sociedad que hoy nos ha cobrado la factura por abandonarla.
Más vale que aceptemos que una de las muchas causas de la crisis que vivimos es que pasamos por una crisis de confianza, una crisis de credibilidad y desde luego, una crisis de legitimidad, ante la sociedad que nos ha retirado su apoyo.
Es momento de reinventarnos.
Es la hora de la renovación
Es la hora de la militancia.
Es cuánto”.
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