La Rebelión de los simios | Entonces, mis ilustres camaradas changos, se viene el informe de Lalo Rivera en donde les puedo adelantar el usual desfile de logros y triunfos de la política moderna acompañada de alcurnia, corbatas y vestidos, discursos elocuentes y presentaciones multimedia para reforzar el mensaje (de siempre).
Y vendrán los aplausos, y en medio del evento la porra de los paleros:
«Lalo, gobernador, Lalo gobernador…»
Porque no se podrá negar que todos los días para el alcalde parece estar el primero el proyecto de ser candidato estatal y buscar la gubernatura o ¿Me equivoco?.
El gobernador ha señalado que Lalo Rivera trabaja para ser candidato desde que rindió protesta del cargo, mientras tanto la ciudad se cae.
Y como siempre no es crítica pulgosa y ligera, todo lo contrario, aún tiene sobre sus hombros la delincuencia, desorden y purulencia en los mercados que son responsabilidad de su municipio, como «la cuchilla», en donde abunda la venta de droga, armas y otros detalles escabrosos, segurito que de este tema no hablara el edil o lo hará a la ligera asegurando grandes avances.
365 vueltas podríamos dar por la ciudad para darnos unos buenos chapuzones en los bachesotes que cada día crecen más, algunos incluso apodados «Socabones citadinos».
Calles oscuras, un centro histórico invadido de prostitución, abusos de agentes de tránsito y agandalle con el cobro de los parquímetros.
Hay que ver las puntadas que se avienta el alcalde Rivera, como los cinemómetros, propuesta primero criticada (por él) a Claudia Rivera cuando ocupaba la silla, y luego retomada por la administración del edil.
Por supuesto que el pueblo protestó y tuvo que echarse para atrás esta «genial» propuesta que junto con los parquímetros pone en jaque a la ciudadanía que, claro, sigue protestando.
Y para cerrar con broche de oro Marko Cortéz nos hace el favor de hacernos temblar los bolsillos y el cerebro diciendo que «Eduardo Rivera Pérez o cualquier otro perfil panista podrá cambiar el rumbo de la entidad en las elecciones de 2024.»
¡Que Dios nos libre!
Un destape que molestó a los Poblanos.
Parece que la clase política está cortada por la misma tijera y todos toman el curso «Ignore al Pueblo, póngase traje y finja que hace algo».
El edil parece que tiene la vista en el 2024 en lugar de los problemas de la ciudad, mientras tanto la gente normal, de pantalón de mezclilla y doble turno, nos tendremos que chutar su informe y disfrutaremos de su bonito traje y sus distinguidos invitados mientras nos echamos un chapuzón en un bache, o mientras vamos con miedo a algún mercado municipal.
En fin procuren llevar cambio para el parquímetro y disfruten del evento a fin de cuentas nosotros lo pagamos.
Ahora, si me lo permiten, voy por un plátano.